Este artículo fue publicado hace dos años en la página web Aporrea.org. A los lados de la quebrada de Caroata, en Caracas, en la década de los años 30, el Gobierno había construido, entre dos puentes, casas de techos rojos, multifamiliares para sectores de bajos recursos, económicos. Se trataba de construcciones integradoras, en las cuales podían habitar varias familias, cada una independiente, compartiendo el patio y otros espacios.
Las casas de ambos lados de la quebrada fueron borradas del mapa sanjuanero, pero el plan vial feneció con el derrocamiento del dictador, en 1958.En medio del desorden y la corrupción de los gobiernos adecos, la familia Otero lanzó el anzuelo y se quedó con la cuadra donde se crió la bailarina Yolanda Moreno, el mártir revolucionario Simón Almeida Bolívar (asesinado por el gobierno de Raúl Leoni) y donde estuvo enclavado el gimnasio de José Magdaleno, escenario que vio pasar lumbreras del deporte de los puños, como Simón Chávez y Oscar Calles, entre otros.EL “CHINO MANRIQUE” SE LO DIJO A MOS,vecino excepcional del sector, “El Negro de Lola”, más conocido en el ambiente periodístico como Antonio “Chino” Manrique, relata que en una celebración informal de los 76 años (1984) de Miguel Otero Silva, en presencia del escritor Oscar Guaramato y otros reporteros, el homenajeado quedó impresionado por la historia de la cuadra, narrada por Manrique.
MOS le sugirió teclear todo lo que había contado.“Bueno, Miguel, habrá que decir que esa cuadra se la robaron los Otero”. Son palabras fieles de Manrique, quien durante años fue vecino y más tarde cronista de El Nacional.Ese es uno de los tantos “favores” que le deben los Otero a la derecha venezolana, amén del Ateneo de Caracas, curules en el viejo Congreso, prebendas en Fundarte, favorcitos en el Consejo Nacional de la Cultura, y millonarias pautas publicitarias de entes oficiales.
Entonces, no nos debe sorprender el compromiso de El Nacional con los sectores reaccionarios de la derecha, que hoy sueñan con otro 11 de abril.La cuadra Puente Nuevo y Puente Junín podría ser un espacio apropiado para la Gran Misión Vivienda Venezuela o para levantar allí un enorme polideportivo con el nombre de Simón Chávez, “El Pollo de La Palmita”.Polémica en el lugarPor la acción de las fuertes lluvias, el 28 de noviembre se abrió un enorme hueco en la vía, entre Puente Nuevo y Puerto Escondido, cerca de la antigua sede de El Nacional, donde cayó un camión recolector de basura que se incendió.
A raíz del incidente, consejos comunales de la zona solicitaron a las autoridades la evaluación de toda el área, que confronta diversos problemas, y del edificio del periódico con miras a su declaratoria de utilidad pública. El editor Miguel H. Otero denunció entonces que el Gobierno preparaba una expropiación para instalar un CDI en el edificio, pero la jefa del GDC, Jacqueline Faria, desmintió la especie.Sin techo propio como en la mayoría de los sectores de la ciudad, en San Juan, parroquia donde se encuentran varios espacios subutilizados, como es el caso del galpón de El Nacional, la necesidad de vivienda es bastante grande.
Según datos del Movimiento de Pobladores, más de 4 mil personas aproximadamente viven en pensiones en la zona. De acuerdo con Griselda Oliveros, vocera de esa organización social, dichos espacios, muchos ubicados en hoteles, ofrecen una pésima calidad de vida a quienes los habitan, debido a su alto costo y a las condiciones del espacio.“Son muchas las familias que viven en cuartos muy pequeños, a veces compartiendo el baño y pagando hasta BsF 50 diarios, lo cual si lo sumas puede sobrepasar los 900 bolívares fuertes mensualmente”, refirió.
Pobladores piden que el galpón dé paso a viviendasUn estacionamiento ubicado al lado de la quebrada Caroata es el uso que actualmente se le da al galpón ubicado entre Puente Nuevo y Puente Junín, espacio ocupado desde hace muchos años por el diario El Nacional, según pudo constatar en un recorrido el equipo de Ciudad CCS.Para Griselda Oliveros, vocera del Movimiento de Pobladores de la parroquia San Juan, el espacio se encuentra subutilizado al igual que muchas estructuras en la zona.
A su juicio, es necesaria la intervención del Estado para lograr el reordenamiento de la localidad.“Este es parte de los espacios que fueron privatizados y subutilizados, por lo cual es importante que nosotros, como comunidad, nos organicemos para lograr proyectos importantes al respecto”, apuntó Oliveros.
Resaltó que el lugar forma parte de los más de 70 terrenos que se encuentran visualizados por el Movimiento de Pobladores de la parroquia, los cuales podrían ser usados para garantizar una vivienda digna a familias del sector.“Uno de los objetivos de la Gran Misión Vivienda Venezuela es que la gente se vaya organizando en sus propios espacios; claro está, dependiendo de la disponibilidad de terrenos; muchos se quedarán en su comunidad, otros tendrán que salir”, dijo.
Indicó Oliveros que si bien aún no se tiene un proyecto en concreto, la comunidad se encuentra realizando la investigación pertinente acerca de la propiedad del lugar, paso fundamental para iniciar cualquier proyecto.“Nosotros estamos realizando un estudio que comienza con ir hasta la oficina de Catastro, de la Alcaldía de Caracas, donde se pide la información sobre la titularidad del terreno; en caso de que éstos no lo tengan, se solicitan estos datos en el Registro Principal. Una vez constatados dichos aspectos, la comunidad formula la propuesta de vivienda al Gobierno Nacional”, afirmó Griselda Oliveros./.Fuente: Aporrea/Lady Gómez
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